2 de octubre. Domingo de la XXVII semana del tiempo cordinario
En estos tiempos en los que pensamos que todo depende de nosotros resulta que igual no es así. Un caso es la cuestión de la fe, que parece que es sólo cosa nuestra y se nos olvida que esto también es cosa de Dios. La fe es un regalo que se nos da.
Los discípulos, como siempre andan despistados y le dicen a Jesús que aumente su fe. Y la respuesta de Jesús es como una pequeña indirecta: «Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Uno hace lo que tiene que hacer que el resto depende de Dios.
Hoy podríamos un ejercicio que nos cuesta, pasar del hacer al dejarse hacer. Estamos siempre en modo de conquista y tenemos que lograr objetivos, y la cosa consistiría en dejarse querer por Dios, por los que tengo cerca, por la naturaleza. Dejarse hacer significa dejar la iniciativa a Dios y a los otros en vez de que sea yo quien controle todo. Feliz domingo.
Dejarnos hacer por Dios, y los que le transmiten con su Actitud, consecuente y solidaria…Gracias!