12 de septiembre, viernes de la XXIII semana del tiempo ordinario.
Vivimos rodeados de opiniones rápidas, hilos virales y consejos para todo. A veces seguimos a cualquiera con seguridad impostada y terminamos en el mismo bache. Nos cuesta parar y mirar qué nos está faltando por dentro.
El Evangelio pinta la escena: un ciego guiando a otro hacia el hoyo, pasos torpes sin horizonte. Después, la mota en el ojo ajeno frente a la viga que nubla nuestra propia mirada. Aprender es limpiar dentro para ver claro y entonces acompañar mejor.
Hagamos una pausa y revisemos nuestras vigas con honestidad serena. Aprendamos a mirar con cuidado, para acompañar sin juicio y aconsejar con humildad. Caminemos hoy con ojos claros y pasos firmes, buscando luz antes de señalar.
