Lecturas 20 de mayo, Miércoles 6º Semana de Pascua
En más de una ocasión nos hemos visto diciendo o con ganas de decir lo mismo que le dijeron a Pablo, te iremos en otra ocasión. Ya sea en sermones, discursos, conversaciones,… hemos preferido desconectar y dejar para otro momento eso de pensar en cosas de Dios.
En nuestra cultura eso de Dios no suena bien y se constata la tendencia a silenciarlo. Problematizar, dialogar, compartir eso de Dios, en primera instancia suena a hablar del sexo de los ángeles; pero pocas veces nos damos cuenta de que estamos hablando de nosotros mismos.
Cuando Pablo habla de Dios habla de su experiencia personal, habla de la sociedad, habla del papel de los pobres, habla de la desigualdad, habla de felicidad, habla de plenitud, habla de libertad, habla de convivencia. Acaso tal vez, cuando no queremos hablar o que nos hablen de Dios, ¿resulta que no queremos hablar de nosotros mismos y de nuestra realidad?