Es el tiempo del gran silencio. Toda la realidad está en silencio sin poder decir nada por lo que ha pasado y por lo tiene que pasar, a pesar de que sigue habiendo ruido de un sitio y de otro, Es el silencio de Dios ante el cual sólo nos queda esperar.
El drama de la cruz nos acalla, nos deja sin palabras ante tamaña injusticia que hoy también se está dando. Los cricificados también han sido acallados por este gran sistema de poder. Hoy en silencio al igual que María y con el corazón encogido abrimos las manos impotentes ante Dios.
Pero se acercan los murmullos, lsa fake news y también la verdad, mezclada para decirnos que puede haber cambios. Que el silencio de Dios se romperá y que de algún modo se manifestará sobre la muerte con la vida. Feliz sábado silente.