1 de septiembre. Jueves de la XXII semana del tiempo ordinario
En otras ocasiones ya hemos dicho que esto del todo nos da miedo. Es algo que nos provoca pánico y nos cortacircuita a la hora de decidir. Decidr por el todo, dejándolo todo en una soceidad en la que se mide todo con cantidades más o menos precisas suena bastante loco.
Lo del Evangelio es lo del todo, los discípulos dejan todo para seguir a Jesús y así ganar todo. No se trata de medir, la propuesta y la acción de Dios no se puede medir, pero apunta al horizonte del todo.
Sabemos que nuestro tiempo es limitado, pero hay espacios de tiempo que aputnan a lo iliimitado, apuntan al todo. Hoy se trataría de volver a recordar y si fuera posible, encontrar esos espacios y esos tiempos en los que saltamos hacia el todo y nos sentimos plenos. ¿Te atreves a ser contracultural? Feliz jueves.
Cuando nos fiamos de Dios y el cálculo lo dejamos a un lado, llega el todo multiplicado por el todo.