30 de agosto, Miércoles XXI, tiempo ordinario
Nuestras sociedades tienen su propia arquitectura de la muerte. Por un lado están los clásicos cementerios y mausoleos donde se recuerda y homenajea a los difuntos. A su vez encontramos arquitectura más efímera como es la que contiene las cenizas y por desgracia en el mundo encontramos otros dispositivos como el mar donde se encuentran demasiados muertos por tratar de pasar fronteras o fosas comunes donde se esconden a las víctimas de muchas violencias en el mundo.
Jesús echa en cara a los fariseos la hipocresía de blanquear en el mausoleo la injusticia cometida con los profetas. Les acusa de apartarse del Dios de la vida y de la verdad, con un dispositivo social de blanqueo y justificación de su estatus de poder. Es la gran invitación a vivir la vida en coherencia y verdad. Feliz miércoles.