Lecturas 9 de febrero de 2022. Miércoles V semana Tiempo Ordinario
Cuando hay ruido no se entiende nada. Vivimos en una sociedad y en un ritmo lleno de ruido, e la que para destacar surgen los gritos y se eleva el volumen. Resultado, hemos perdido nuestra capacidad de escucha y por tanto de entendimiento.
Jesús proclama un nuevo régimen de pureza. Ya no hay alimentos impuros por sí, sino que la pureza o impureza se sitúa en nuestro corazón. Entrar en este nuevo paradigma religioso requiere un nuevo proceso de escucha y de entendimiento.
Hoy podríamos afinar el oído. Bajar la velocidad de nuestro ritmo para escuchar mejor a los que tenemos al lado. Parar para terminar de escuchar lo que nos están diciendo, incluso hacer algún tiempo de silencio para escucharnos a nosotros mismos y dejar que Dios nos hable. Así igual podemos entender(nos) algo mejor. Feliz miércoles.
Cuesta el silencio. Sin embargo, es la única manera de «oír, escucharle»!