23 de enero, Martes III Semana Tiempo Ordinario
Vivimos en tiempos de fragilización de las familias. De aquellas familias extensas de otros tiempos estamos pasando a familias cada vez más pequeñas y diversas. En su diversidad podemos ver también su fragilidad a diferencia de aquella sólida institución.
La «familia Dei» o familia de Dios es una nueva propeusta de Jesús. Profundiza las relaciones familiares y la experiencia del Reino hace que sin perder la familia anterior se amplie gracias a las relaciones nuevas que surgen del Evangelio.
Siempre es ocasión de dar gracias y hoy por la familia que somos, la de sangre y la otra a la que de alguna manera pertenecemos. En todas ellas la invitación es a ser mejores, a convivir mejor y ser ocasión de experiencia comunitaria. Feliz martes.