28 de junio. Viernes de la XII semana del tiempo ordinario. San Irineo
Vivimos en un mundo con una medicina cada vez más tecnificada, cada vez más mercantilizada. Demasaidas veces es una medicina que cura el cuerpo, pero se olvida del poder de la compasión.
La historia del leproso sanado nos transmite un mensaje de esperanza. Jesús nos muestra que su poder sanador no tiene límites y que está dispuesto a actuar con compasión ante el sufrimiento humano. Nos invita a abrir nuestros corazones a la compasión y a ofrecer ayuda a quienes lo necesitan
La compasión es una medician potentísima. Transforma la vida de las personas de tal manera que genera un impacto enorme en todo el entorno personal y social. Es una medicina que además es gratuita y no está en manos de las farmacéuticas. ¿Alguien quiere pastillas de compasión? Feliz viernes.