13 de abril . Sábado II de Pascua.
La humanidad ha representado de muchos modos la vida como travesía. Se trata de expresar esa dimensión dinámica y de proceso que nuestras biografías representan. Las personas que nos acompañan en cada etapa son las que caracterizarán esta etapa.
Los discípulos comienzan una travesía que será oscura y encrespeda. Es un viaje que comienza sin Jesús, pero a la espera de Jesús. El momento culminante del relato es cuando Jesús aparece y les dice «Soy yo, no temáis».
Todos estamos de travesía y según el momento vital será de modo distinto. Pero todos nos podemos cruzar en este gran mar de la vida donde a veces vamos con luz y otras a oscuras, a veces en calma y otras con agitación. Hoy puede ser un buen día para reconcoer a quienes nos acompañan en esta etapa del viaje de la vida. Feliz sábado.