Lecturas 7 de abril. Miércoles I semana de Pascua
En tiempos secularizados es cada vez más difícil ver y oír hablar de cosas de Dios. Lo religioso se va esquinando al ámbito privado a la vez que desaparece de lo público. El problema es que esto del Evangelio supera la esfera privada porque afecta a toda la persona, no sólo a una parte.
Los discípulos de Emaús van ciegos, no reconocen a Jesús hasta que parte el pan, y a la vez encuentran sentido a todo lo que habían vivido antes y lo que les queda por vivir. Fue un encuentro totalmente transformador.
Reconocemos a Jesús cuando parte el pan, en un gesto de la vida diaria que se convierte en algo extraordinario. Vivir el Evangelio implica resignificar nuestra con ojos y corazón nuevo, de tal modo que cambia mucho. Partir el pan significarán la solidaridad, la justicia, el amor, la fraternidad, la amistad; dejemos encontrarnos por Aquel en nuestros caminos. Feliz miércoles.