7 de octubre, lunes de la XXVII semana del tiempo ordinario. Bienaventurada Virgen María del Rosario
Marta, María, y el ritmo de la vida
Estamos inmersos en una cultura de la inmediatez y la productividad constante.
Nos sentimos presionados a estar siempre haciendo algo, a responder de inmediato, a acumular tareas. Esta vorágine nos lleva a menudo al agotamiento y nos impide disfrutar del momento presente.
El mensaje central del Evangelio es que debemos priorizar lo verdaderamente importante.
Hay un tiempo para la acción y un tiempo para la contemplación y la escucha atenta.
Es una invitación a detenerse y elegir la calma que nos nutre más profundamente que la prisa desenfrenada.
Hoy podríamos examinar honestamente las agendas y nuestros corazones. Busquemos ese espacio de quietud que permite el encuentro y la paz interior. Intentemos escoger hoy esa «parte mejor» que nadie nos podrá arrebatar jamás. Feliz martes.
