22 de diciembre, Viernes Feria de Adviento
Entre una mala humildad y una desajustada autoestima nunca terminamos de valorar las obras grandes que han acontecido en nuestras vidas. Puede parecer que nuestras vidas sean más o menos normales, pero todas son una enorme historia de amor.
El evangelista pone en boca de María el Magnificat, donde María alaba la acción de Dios en su historia y en la historia de su pueblo. Es una oración donde se reconoce el paso de Dios y con esa presencia a su vez reconoce que se han hecho obras grandes en ella.
Al acercanos a la nochebuena podemos hacerlo con el agradecimiento de la obras grandes que han acontecido en nuestras vidas. Es agradecer a quien nos han amado y nos siguen amando, cada uno a su manera. Puede ser un día de sonreir y cantar las obras grandes en mí. Feliz viernes.