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4 de marzo. Sábado de la I semana de Cuaresma

Vivir como Dios sería un buen deseo para hoy y para siempre. Normalmente lo entendemos como que alguien vive indebidamente bien. Pero me da la impresión que deberíamos ir a la literalidad de la expresión: aprender a vivir como Dios.

Jesús nos pone al Padre como modelo, como referencia para nuestro modo de vida y para nuestro modo de amar. Se trata de recuperar el fondo y la radicalidad del amor que en el Evangelio se nos propone.

¿Nos podríamos atrever a vivir como Dios? ¿Qué cosas de mi vida tendría que cambiar? ¿Qué aspectos de mi corazón se tendrían que convertir? Hoy sábado, tal vez podríamos hacer un pequeño ensayo. Feliz sábado.

3 de marzo. Viernes de la I semana de Cuaresma

Hay demasiada gente que vive enfadada y por desgracia hay situaciones que legitiman esos enfados. En un mundo lleno de conflictos, algunos de los cuales son violentos necesitamos recuperar y poner en vigor la necesidad que tenemos de reconciliación.

Lo de Dios tiene que ver con el ser humano. No hay comunión con Dios sino hay reconcilición entre nosotros y eso es una tarea de cada día. Ir a lo de Dios para huir del factor humano es una tentación en la que muchos han, hemos caído.

Hoy podríamos preguntarnos con quién tengo que reforzar lazos e incluso reconciliarme. El asunto es que hay aspectos que son personales, pero otros son colectivos y tienen mucho que ver con nuestros modos de vida. Feliz viernes de reconciliación.

2 de marzo. Jueves de la I semana de Cuaresma

Antes buscábamos en las enciclopesias, hace poco buscamos en google y ahora buscamos en Tik Tok y en Chat GPT. Estas herramientas sólo nos dan información, pero pocas veces nos pueden ayudar encontrar aquello que realmente buscamos.

El discípulo no es un agente pasivo al qu se le da todo hecho. Justo al contrario, el discípulo se convierte en un ser libre y con capacidad de acción por el Reino. Así se convierte en alguien que busca, que llama, que indaga para que, como diría San Ignacio, halle a Dios en todas las cosas.

Hoy podríamos hacer un llamamiento al inconformismo. Vivirnos según el Reino, es una ocasión permanente de discernimiento, de búsqueda por la novedad auténtica para nuestra vida. ¿Qué busco para hoy? o ¿estoy tan instalado que no busco nada? Feliz jeuves.

1 de marzo. Miércoles de la I semana de Cuaresma

El ser humano es un ser simbólico e intrepreta toda su existencia a partir de los signos y símbolos que jalonan el camino de la vida. Los antiugos veían divinidades en la Naturaleza, en la Edad Media Dios estaba en casi todo y hoy no sabemos.

Jesús confronta al pensamiento religioso de su tiempo desde su propia identidad. Recuerda pasajes de la tradición bíblica para contrastarlo con la figura del Hiijo de Dios. El Mesías es distinto a lo anterior y abre un tiempo nuevo.

Leer los signos de los tiempos es un ejercicio de discernimiento personal y comunitario. En ellos podemos pensar en clave catastrofista o clave esperanzada, pero en ambos tiene que haber un anclaje en la realidad. ¿Qué signos de Dios veo en mi camino?

28 de febrero. Martes de la I semana de Cuaresma

A veces me pregunto si se nos está olvidando eso de orar. Antes se rezaba en todo momento y por todo, pero también surgía la sospecha de que pudiera ser más ritual que de corazón. Ahora me temo que que ni ritual ni de corazón. Simplemente no oramos en la vida diaria (obviamente generalizo).

Cuando los discípulos le piden a Jesús que les enseñe a orar, les enseña la oración del padre nuestro. Se trata de un texto sencillo y que recoge la enseñanza de Jesús. No es algo complejo, ni requiere gran experiencia. Es algo para cada día al igual que el pan.

Hoy podríamos encontrar un ratito para rezar con Jesús. No conmigo mismo y mis neuras, sino con Jesús. Se trata de salir de nosotros mismos y encontrarnos de corazón a corazón con aquel que nos da la vida. Feliz martes.

27 de febrero. Lunes de la I semana de Cuaresma

Este mundo, cada vez más desigual, hace que el número de personas que viven en vulnerabilidad y fragilidad crezca. Son cada vez más los que necesitan un cambio de modos en los que dejen de ser descartados o descartables.

Mateo nos presenta esta imagen de jucio que no está al final de los tiempos, sino que es un juicio que se hace hoy, aquí y ahora. Se trata de entender que el Reino de Dios es para todos y por ello los hermanos pequeños de Jesús (los que pasan hambre, sed, son forasteros,..) se ponen en primer lugar en su atención.

A veces mirar al mundo entero nos paraliza, por eso hoy podría ser un buen día apra mirar a mis hermanos «pequeños». Esas personas que en mi entorno se sienten vulnerables y frágiles y pueden necesitar de mi solidaridad a modo de cercanía afectiva y efectiva. Feliz lunes.

26 de febrero. Domingo I de Cuaresma

Con el paso de los días vivmos también el paso de lo que llamamos tentaciones. Son ocasiones donde podemos elegir caminos más o menos favorables para nuestra vida y por tatno son ocasiones de libertad.

Los evangelistas sitúan a Jesús en el desierto como lugar de purificación de su misión. Aparecen las tentacioens de todos, tentación de bienes, de poder y de honor. En ellos se juega siempre la misión personal y la misión de la Iglesia.

No es fácil ser libres, es un ejercicio de lucidez y a la vez de fortaleza, en la que el discernimiento nos ayuda. Estar atentos, ser lúcidos con lo que nos pasa a cada uno y lo que pasa en nuestro tiempo es un modo que nos puede ayudar en nuestras distitnas tentaciones, pero sobre todo podemos decir como en el Padre Nuestro: no nos dejes caer en la tentación. Feliz domingo.

25 de febrero. Viernes después de Ceniza

En tiempos en que encontramos en cada esquina llamadas a la conversión, la pregunta es a qué me tengo que convertir. Me invitan a convertir mis estilos de vida a estilos de vida con una dieta determinada, con un deporte determinado, con una transformación corporal,… Pero en el fondo seguimos con deseos de cambiar y mejorar nuestra vida.

El publicano cambia totalmente su vida. Lo importante no es que deja su empleo, sino lo importante es que la llamada de Jesús ha trasnformado el corazón de Levi. Le ha abierto lasd puertas a un nuevo camino en la vida para que tenga más vida.

Ahora que iniciamos el camino cuaresmal la pregunta es si me quiero convertir y es una autoconversión, o dejo que Jesús y los otros conviertan mi corazón. Feliz sábado.

24 de febrero. Viernes después de Ceniza

Tenía un compañero jesuita que decía que la vida es una fiesta. Alguno podría entenderlo de modo irónico, pero en verdad él entendía que la vida erae una fiesta y podía ser una fiesta de boda no exenta de momentos dramáticos. Esto lo entienden y formulan mucha gente que ha pasado un susto y dicen que han vuelto a nacer.

Uno de los modos de explicar el Reino de Dios es el banquete de bodas al que se alude en el Evangelio de hoy. Las prácticas como el ayuno nos pueden acercar a Dios, pero se nos olvida que Dios ya está con nosotros.

Hoy podríamos celebrar el estar con la gente que queremos. A veecs se nos olvida, y es por ello bueno recordarlo y celebrarlo a ser posible con ellos. Celebrar la vida es un modo de recordar ese gran regalo que se nos da. Feliz viernes.

23 de febrero. Jueves después de Ceniza

Con la aparición de las redes sociales esto del seguimiento a cobrado un nuevo significdo. Antes se seguía a causas políticas, religiosas, incluso equipos de fútbol o músicos. Era algo analógico que requería un compromiso mayor que el del dedo en la pantalla.

En el Evangelio Jesús plantea la cuestión de la exigencia del seguimiento. Se trata de un profundo ejercicio de cambio y de transformación por parte del discípulo. Se trata de ver la vida de una manera nueva donde los aparentes ganadores son los perdedores y viceversa.

Cuaresma es tiempo de radicalidad, de volver a las raíces y hoy podría ser un buen día para ver donde están enraizados mis seguimientos. Es un modo de preguntarnos por las causas que afectan a mi vida y ver cómo andan. Feliz jueves.