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Lecturas 31 de mayo. Lunes Visitación de la Virgen María

En este tiempo pandémico notamos que necesitamos de alegría. Ahora que parece que puede haber más posibilidades de viaje, de encuentros, de celebración, notamos que hemos podido estar un poco mustios.

María reconoce la obra de Dios en su vida y en la historia. Dios se ha hecho presente, y se ha hecho presente con especial dedicación a los pequeños frente a los grandes. María, en Evangelio de Lucas se convierte en aquella que pone palabras al creyente que entiende que Dios está con nosotros.

Es tiempo de alegrar los espíritus, es tiempo de animarnos los unos a los otros, es tiempo para decir que sí tal y como lo hizo María. Ello no nos exime de nuestra responsabilidad en el cuidarnos en pandemia, del estudiar en exámenes, de ser buenos ciudadanos; pero es muy distinto hacerlo desde la alegría. Os deseo una muy alegre semana.

Lecturas 30 de mayo. Domingo Santísima Trinidad

Hablar de nuestro Dios es ahblar de un Dios que se nos acerca en todo momento, y esto choca con la inclinación de muchas prácticas que tratan de alejarlo y convertirlo en un lejano misterio. Nuestro Dios es un Dios que se implica del todo con nosotros.

Estamos en la escena final en que Jesús, ya resucitado, envía los discípulos a anunciar y a compartir aquello que han vivido con Él. Hay miedo, pero el miedo se vence desde la experiencia de la cercanía de Jesús.

En tiempos en que nos hacemos más solitarios, la dinámica ala que Dios nos invita con su ejemplo, es a acercarnos. Dios se convierte en comunidad, como Padre Hijo y Espíritu Santo., Dios es Trinidad. Tratemos de dar un paso que nos acerque a otros. Feliz Domingo.

Lecturas 29 de mayo. Sábado VIII semana tiempo ordinario

Había una película titulada de dioses y hombres. En ella se cuenta la vida de unos monjes en Argelia, y entre otras cosas se observa que los hombres hablan de su Dios. El modo en que seamos hombres, habla del modo de ser de Dios.

Jesús está en pleno conflicto con los judíos, sobre su autoridad, y en definitiva por su identidad. Reconocer a Jesús en el Evangelio es reconocer la obra de Dios y su deseo de Buena Noticia para la humanidad.

Nuestro credo y nuestra tradición ha mantenido un sabio equilibrio a la hora de hablar de Jesús como Dios y Hombre. Es una invitación a reconocernos como seres muy humanos, porque en nuestra humanidad descubriremos también nuestra divinidad. Feliz sábado.

Lecturas 28 de mayo. Jueves VIII semana tiempo ordinario

Esto de la fe es algo complicado y especialmente en una cultura como la nuestra. Nuestros tiempos nos llevan a ser descreídos y a ocultar aquello que sostiene la fe. Para algunos sectores eso de creer puede ser de ingenuos y de antiguos; pero es posible que también ellos se equivoquen.

Jesús, tras el incidente en el Templo, vincula su actuación a la fe en Dios. Lo que hace tienen dimensión pública y política, pero surge desde su honda experiencia de Dios y que apunta a un nuevo modo de relacionarse que supera la de su tiempo.

Hoy nos toca salir del armario, mostrar la dimensión pública que tiene esto de creer en Dios. Se trata de mostrar que el Evangelio es más importante que el mercado, que las personas, cada persona importan, se trata de decir al mundo que el amor se muestra en las obras y no sólo en las palabras que se dice cada uno. Tener fe en Dios es creer que la vida puede ser más plena y alegre. Feliz viernes.

Lecturas 27 de mayo. Jueves . Jesucristo sumo y eterno sacerdote.

En la conversación pública oímos demasiadas maldiciones, reproches, insultos y uso de la palabra polarizado. Se trata de una dinámica que por un lado procede de hacer espectáculo de la vida, pero por otro lado se olvida de la necesidad de vidas reconciliadas.

En la tradición el sacerdocio de Jesús se ha entendido como aquel que oficia el sacrificio que reconcilia y media con Dios. Jesús al entregar su vida por el Padre, hace de víctima, pero también de sacerdote sobre sí mismo y con nosotros en un nuevo horizonte.

Todos podemos bendecir, que significa decir bien. Todos podemos hablar bien de los otros, y podemos elegir palabras que construyan, que animen que inspiren, que consuelen en lugar de lo contrario. Hoy que estas palabras sirvan como deseo de bendición para todos. Feliz jueves.

Lecturas 26 de mayo. Miércoles VIII semana del tiempo ordinario

Uno lema típico de la espiritualidad ignaciana es el de «en todo amar y servir». Es la expresión de algo que se vive muy dentro y que no es otra que experimentar a Jesús en la vida. La vida se pone al servicio de los otros.

Siempre hay listos, y en este caso tenemos a dos discípulos que se quieren adelantar a los compañeros para tener puestos de honor. Se pasan de listos porque luego Jesús les deja en ridículo al señalar que lo del Evangelio va por otra línea.

Nos cuesta vivir en actitud de servicio, parece que no tiene premio, parece en que uno no es reconocido, parece que uno es tonto. Puede ser, pero también es el modo en que Jesús nos enseña con su propia vida y que nos dice que es fuente de alegría y de vida. Mucho ánimo con el miércoles.

Lecturas 25 de mayo. Martes VIII semana del tiempo ordinario

¿Y si un día nos liamos la manta a la cabeza y pusiéramos la vida al revés? Se trataría de mirar a los vulnerables como fuertes, a los fracasados como exitosos, a los marginados en el centro y a los rechazados acogidos. ¿Nos cuesta imaginarlo?

Jesús nos propone dar la vuelta a la lógica de nuestra vida, que apunta al éxito y a la supervivencia según los caminos que hemos aprendido. Nos dice que hay un tesoro mucho mayor que podemos alcanzar.

Hoy puede ser un día en el que podamos dar vueltas a las cosas y pensar distinto. Ese pensamiento divergente y creativo que es capaz de crear ocasiones y relaciones nuevas que surgen de la esperanza del Evangelio. ¿Te atreves? Feliz martes.

Lecturas 24 de mayo. Lunes Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia Santa María de la Strada

Sabemos que la vida no es perfecta y es por ello que siempre necesitamos cuidarnos los unos de los otros. Decir que me cuidan como lo hace mi madre es el mejor modo de expresar de que somos bien cuidados.

Jesús termina su aventura en la cruz, y lo hace con el encargo a Juan y a María de cuidarse mutuamente. Juan y María comienzan un nuevo camino sin Jesús, pero lo hacen desde Jesús. El amor que han vivido lo tienen que reconfigurar.

La pandemia nos ha enseñado que tenemos que cambiar de chip y que sería muy necesario profundizar en una cultura del cuidado en lugar de la del dominio. Nos hemos visto en que no podíamos cuidar de nuestros mayores, nos hemos visto que no sabíamos que hacer con los jóvenes; y es por ello que más que nunca necesitamos re-aprender a cuidarnos, tal y como lo hacen las madres y los hijos. Feliz semana.

Lecturas 23 de mayo. Domingo Pentecostés

En estos tiempos en que todo se monetiza resulta complicado hablar del Espíritu, a la vez que percibimos que cada vez más gente está en procesos de búsqueda en lo profundo de su ser. Es como una gran esquizofrenia que viivimos.

Jesús nos da el Espíritu Santo como continuador de su presencia y de su obra. Los rasgos de su presencia son la luz, la alegría, la reconciliación y la sabiduría entre otros. Pero todo ello se vincula al Evangelio de Jesús.

En nuestras búsquedas espirituales el principal problema es cada uno. Nos solemos buscar a nosotros mismos en lugar de buscar al Otro. Es el Espíritu el que nos enseña y nos anima a buscar, y el primer paso es salir de mi propio amor, querer e interés. Recibimos el Espíritu para salir de nosotros mismos. Feliz viaje de búsqueda, feliz domingo.

Lecturas 22 de mayo. Sábado VII semana de pascua

Vivimos en la sociedad de la comparación, yo soy como soy en comparación con otros. Nos cuesta mucho entender y experimentar que somos valiosos y amados en nuestra propia individualidad, simplemente por ser quien somos.

Pedro, una vez más mira al costado, mira al compañero en lugar de terminar de acoger la propuesta de Jesús para su vida. Le cuesta mucho creer que Dios le llama por su nombre y con un plan propio para él.

En tiempos en que las estadísticas nos homologan y nos comparan, donde somos procesados en complejos algoritmos informáticos que saben mucho o demasiado de nosotros; nos faltan fuerzas para descubrirnos en nuestra individualidad amada y llamada. Sólo desde la experiencia del amor queremos a las personas en su singularidad. Así podemos ir creciendo en el amor para no decir como Pedro y este ¿qué? Feliz sábado.