Lecturas 27 de febrero. Sábado I de Cuaresma

Hay un dicho en castellano que dice que ya saldrá el sol por Antequera. Es un modo de afirmar que tras toda noche oscura viene el día iluminado. Dios ilumina con su luz todas las vidas, las perfectas y las imperfectas, porque todos nosotros somos parte del proyecto de Dios.

Hoy Jesús nos habla de amar a los enemigos y de ser perfectos como el Padre. Se ve que el nivel de Jesús es elevado para nosotros y lo que nos pide se nos hace casi imposible. Pero es el horizonte por el que sale el sol, es el horizonte que nos dice el camino que hay que recorrer y por eso nos tenemos que ayudar y animar los unos a los otros para alcanzar eso de Jesús.

En estos meses pandémicos pasamos neuróticamente de la noche al día, pareciendo en general más noche que día. Es un tiempo que nos invita a cultivar la esperanza y a crecer en el amor, es como la Cuaresma, el paso por el desierto a la Pascua. Entretanto disfrutemos del sol que se acerca a la primavera. Feliz Sábado.

Lecturas 26 de febrero. Viernes I de Cuaresma

Ya desde el nacimiento estamos llamados a vivir la reconciliación. En euskera se utiliza la palabra «erditu» (hacerse mitad) para decir parir. Así desde el nacimiento estamos en procesos de reconciliación con nuestra madre y con ella con el resto del mundo. Y, ya si miramos las noticias vemos la inmensa tarea de reconciliación que requiere este mundo.

Jesús nos invita a estar reconciliados desde nuestras relaciones cercanas. Es en ellas y en la vida cotidiana desde donde podemos construir una cultura de reconciliación. Ser agentes de reconciliación, agentes de paz es una de las bienaventuranzas proclamadas en el sermón de la montaña, y que como tal sabemos que tendrá resistencias.

Nos cuesta eso de reconciliarnos, e incluso nos cuesta con nosotros mismos. Nuestras heridas y fragilidades a veces están ahí esperando a que pase algo. Necesitamos de los otros y de Dios a que nos ayuden a sanarnos, a perdonarnos como ellos también necesitan de nosotros. Feliz viernes.

Lecturas 25 de febrero. Jueves I de Cuaresma

Demasiadas veces estamos mirando el vaso medio vacío y estamos más atentos a lo que nos falta. Sabemos que como seres humanos podemos ser insaciables, pero ello no quita que sepamos reconocer lo bueno que hay en nosotros y lo bueno que compartimos con otros.

En el Evangelio Jesús nos invita a pedir al Padre, a que tomemos una actitud proactiva para conectar con Él. Nos invita a buscar, a pedir y a llamar, porque lo del Padre es algo que merece mucho la pena y para ello tenemos que poner de nuestra parte.

En Cuaresma podemos reconocer lo bueno de nosotros para los demás. Gracias a ello tenemos relaciones, gracias a ello nos quieren, y gracias a ello queremos más de lo bueno en nuestra vida. Hoy puede ser un buen día para celebrar lo bueno que hay en nuestra vida. Feliz jueves.

Lecturas 24 de febrero. Miércoles I de Cuaresma

Nuestra ambivalencia entre crédulos y descreídos es una paradoja más de nuestro modo de ser humanos. Por un lado necesitamos creer en algo a la vez que no nos lo creemos. Nuestra generación, como muchas otras piden signos que luego nos encargamos de no creer. Somos paradójicos.

Jesús nos hace ver la incredulidad crédula de la gente. Piden signos que no son capaces de ver, ya que Jesús está delante de ellos y no lo perciben como signo de Dios. Será una de las dinámicas constantes del Evangelio que nos invita a abrir los ojos, creer, entender, tener fe, creer en Jesús y acoger su Buena Noticia.

Cuaresma es un tiempo de despertar los sentidos y descubrir la presencia de Dios en nuestra vida. Descubrir a Jesús, tener conocimiento interno de Él para que más le amemos y le sigamos. Mucho ánimo.

Lecturas 23 de febrero. Martes I de Cuaresma

En una sociedad como la nuestra, donde el valor del individualismo puede ser enfermizo, la propuesta de Jesús puede sonar culturalmente ajena. La diferencia entre lo mío y lo nuestro puede llegar a ser abismal, pero en ello nos jugamos la vida. En la pandemia se ha visto con claridad el descubrir la importancia de lo nuestro frente a lo mío.

Jesús en su oración (frente a la palabrería) nos muestra a Dios como Padre. Es un padre de todos nosotros, de justos y de pecadores, de hombres y de mujeres, de blancos y de negros,de niños y de mayores. Se trata del Padre que da la vida por los suyos a quienes sueña como gran familia.

¿Quién se preocupa de lo nuestro, de lo común? Necesitamos generar una cultura del cuidado mutuo, donde los vulnerables, los frágiles sean atendidos y cuidados en lugar de abandonados. Necesitamos una cultura en la que la naturaleza sea un espacio común y a cuidar en lugar de mera explotación. Necesitamos rezar mucho para que la oración de Jesús se vaya haciendo nuestra oración. Feliz martes.

Lecturas 22 de febrero. Lunes I de Cuaresma

En distintos ámbitos me he encontrado en la situación de que para fortalecer una argumento se utilizan expresiones tales como la gente dice… El problema de englobar a mucha diversidad en la palabra gente, es un ejercicio de simplificación, veces conveniente, pero que traiciona muchas veces a la realidad que representa.

Jesús nos introduce en el tema de la identidad. ¿Quién dice la gente, quién dices tú, quién digo yo? La identidad es un tema de relación, y Pedro dice Jesús es el Mesíasigracias a la relación que tiene a diferencia de lo que opine la gente. En esta relación, la identidad de Pedro se renueva y recibe una misión que antes no tenía.

Vivirnos como cristianos auténticos, no nos va a hacer especialmente populares entre la gente. Es un estilo de vida en la que las contradicciones, las injusticias, el alejamiento de los vulnerables son realidades que denuncian y reclaman un cambio al que nos resistimos. La gente se quiere quedar tranquila con lo que hay, Jesús y los suyos quieren algo mucho mejor.

Feliz semana.

Lecturas 21 de febrero. Doimingo I de Cuaresma

¿Quién nos anuncia buenas noticias? En general los medios de comunicación parecen profetas de desdichas y distorsionar nuestra percepción de la realidad. De hecho la redes sociales fomentan la polarización y el conflicto, con ello la buena noticia se diluye.

Jesús pasa un tiempo por el desierto, un tiempo de discernimiento, un tiempo desértico, sin fruto aparente; pero que dará el mayor fruto después. Es un tiempo de crecer, de reconocer cuál es su misión que ejercerá cuando llegue el tiempo, cuando llegue su tiempo.

Jesús entiende que le toca ser buena noticia en un contexto de mala noticia, y especialmente tras el asesinato de Juan. Muchas veces nos preguntan ¿qué tal estás? y a veces nuestra respuesta suele ir en la línea de descontento, de agobio, de mucho trabajo o de apatía. Vayamos a nuestros desiertos y descubramos cómo podemos ser buena noticia. Feliz domingo.

Lecturas 20 de febrero. Sábado después de Ceniza

¿Cómo está nuestro nivel de libertad? Si ahora nos tuviéramos que marchar y dejar todo que es lo que nos impediría? Sin querer, descubriríamos que estamos agarrados y entregados en dinámicas en cosas en ambientes que me algún modo nos dan lo que somos pero por otro lado se convierten en impedimento.

hoy el evangelio nos presenta el caso de alguien que lo deja todo. Encuentra Jesús y su vida cambia del todo. Prepara una celebración y a partir de la celebración empieza un horizonte nuevo de vida que le saca de su rutina que le saca de sus a perros y que le abre un camino nuevo que no sabe muy bien adonde va.

La cuaresma es un tiempo para medir como estamos de libertad. Se trata de chequear nuestros niveles de apegoos indebidos, de reconocer nuestros desórdenes que dificultan la vida según el reino que Jesús nos anuncia en el evangelio. Feliz sábado.

Lecturas 19 de febrero. Viernes después de Ceniza

Con la pandemia se acabó la fiesta. Teníamos unas costumbres y unos modos de celebrar la vida que las distintas restricciones y recomendaciones nos han dejado huérfanos de celebraciones. Y es cuando descubrimos lo importante que es la celebración como un aspecto de nuestras relaciones.

Jesús nos hace caer en la cuenta de la importancia de descubrir y valorar lo que vivimos. En este caso los discípulos (aunque no se enteren) son invitados a valorar la importancia de la presencia de Jesús (el novio) en sus vidas. La presencia de Jesús se viene a asemejar a la fiesta de boda como expresión de alegría y celebración.

Hoy podemos e incluso debemos de lamentarnos por las pérdidas, pero nuestra mirada a de superar los lutos estériles. La vida llama a la vida, y nosotros estamos llamados a la vida. Es tiempo de redescubirir, reconfigurar, de reinventar nuestros modos en estas circunstancias pandémicas; pero no olvidemos que el novio sigue con nosotros y que nos invita a seguir celebrando el gran regalo de la vida compartida.

Lecturas 18 de febrero. Jueves después de Ceniza

¿Qué es ganar o perder en la vida? La sociedad nos impulsa constantemente a tener éxito, no hay sarao o chiringuito que en su relato diga que ha sido un éxito. Instagram se empeña en mostrarnos vidas de aparente éxito; pero es justificada la pregunta sobre el significado del éxito.

Hoy Jesús nos dice que el horizonte de su vida será el fracaso de la vida entregada. Una vida en la que va a padecer y va a ser desechado. Pero que es una vida entregada al amor del Padre en el que cree y que le va a resucitar. Como diría un jesuita cercano: como fracaso todo un éxito.

La lógica del amor nos saca de la lógica beneficio-pérdida, y nos introduce en ese misterio de encontrarse en la medida en la que uno se da del todo. Son los modos del amor, que hemos aprendido de nuestros padres, de tantas parejas, de tantas amistades, de tanta solidaridad; en la que a los ojos del mundo uno parece tonto, pero resulta que es sumamente sabio. Feliz cuaresma.