Lecturas 28 de noviembre. Sábado Semana XXXIV Tiempo ordinario.

Hay días que creo que estamos con la mente embotadada. La prisa, las obligaciones, la velocidad, la agenda inalcanzable,… hacen que vivamos en modo autómata. Eso hace que no nos enteremos y olvidemos todo muy de prisa. Nos olvidamos de los por qué de las cosas que hacemos, nos olvidamos de cuidarnos, nos olvidamos de las víctimas e incluso nos olvidamos de nosotros mismos.

Jesús nos pide que estemos atentos. Los tiempos necesitan que estemos despiertos, con los sentidos avezados y dispuestos. Jesús con su vida y palabras nos dio muestras de cómo leía la realidad de su tiempo desde una mirada de Dios, una mirada que le abría la mente, pero sobre todo el corazón.

El Evangelio es todo lo contrario al opio y a cualquier otro analgésico de la realidad; es la invitación a vivir la vida a fondo. Lo contrario es señal de que algo falla en nuestros sistemas. Mañana comenzamos el adviento, estemos atentos.

Lecturas 27 de noviembre. Viernes Semana XXXIV Tiempo ordinario.

En este ambiente apocalíptico en el que vivimos, nos cuesta ver signos del Reino. Nos cuesta ver algo de aire que respirar en las noticias que nos axfisian, y nos cuesta respirar y pensar con algo de paz. Nos surgen dudas de cómo celebraremos las navidades, tenemos incertidumbres ante la economía y ante los planes personales. Nos cuesta ver que el Reino está cerca.

El contexto de Jesús es el de una oscura incertidumbre personal y colectiva. Aún y todo, presenta las dificultades, pero también la promesa y esperanza cierta de que el Reino de Dios está cerca. La razón es que Él está ya presente, no ha huido, se queda a vivir la historia de la humanidad.

Tenemos que abrir los ojos y el corazón para descubrir esa cercanía. Abrir los ojos para ver qué hace la gente; la solidaridad de tantos que arriesgan su salud por la de los demás, la vocación de tantos por educar en situaciones complicadas, el compromiso de tantos por sus negocios y su gente, el cuidado de tantos por tantos, el arte y la poesía de algunos para tantos. Son ejemplos que nos dan pistas de que el Reino se acerca.

Lecturas 26 de noviembre. Jueves Semana XXXIV Tiempo ordinario. San Juan Berchmans

La falta de vida y libertad nos encogen, nos hacen apocados. Los ánimos pandémicos también nos han metido hacia dentro, hemos agachado la cabeza a la espera de que las cosas cambien y mejoren. Lo mismo ocurre con otras situaciones de la vida, momentos vitales en los que estamos más bajos.

Jesús pinta un panorama apocalíptico hasta el punto de que se apiada de las que están encinta. Pero en el contraste literario surge el mensaje de esperanza: se acerca vuestra liberación. Vivir libres es el horizonte al que se nos invita a modo de proceso. Se trata de algo que se acerca, pero que aún no lo vivimos.

Hubo un anuncio de Coca Cola que nos representaba sentados, aislados, cabizbajos y quietos. La siguiente imagen se nos representa levantados, en movimiento y con la cabeza alta. Estamos llamados al encuentro y para eso tenemos que levantarnos desde nuestras respectivas poltronas, sillas,… y movernos al encuentro con el otro y con los otros, tenemos que alzar la cabeza para encontrar la mirada de los otros; en ellos encontraremos parte de nuestra liberación.

A partir de hoy me temo que será San Maradona, un anticipo:

Lecturas 25 de noviembre. Miércoles Semana XXXIV Tiempo ordinario.

Los filósofos medievales empezaron a emplear el término flatus vocis al referirse a palabras vacías de contenido. En nuestro contexto de infotoxicación y de verborrea, y con la necesidad de llenar las redes de palabras, las televisiones de imágenes y las radios de voces, el panorama comunicativo puede parecer abrumador.

En el Evangelio de hoy Jesús sitúa al cristiano en un contexto de minoría no exento de persecución y de juicio. No propone ninguna estrategia especial, salvo la de ser coherentes, la de perseverar en vivir el Evangelio. Experimentar las bienaventuranzas y vivir el Reino da una sabiduría y da unas palabras que entiende todo el mundo.

Hoy nos falta bastante sabiduría y nos sobran bastantes palabras. Hablamos de oídas, nos hablan de oídas y escuchamos y leemos tan aprisa que no nos enteramos de la mitad. Parar, hacer silencio, recordar, escuchar, conversar, leer, hacer experiencia, reflexionar, estudiar… son verbos que caminan hacia la sabiduría. ¿Qué verbos te gustaría emplear hoy?

Lecturas 24 de noviembre. Martes Semana XXXIV Tiempo ordinario.

Una de las preguntas que más nos enredan es ¿cuándo va a ser eso? ¿Cuándo tendremos la vacuna? ¿Cuándo se va a casar? ¿Cuándo quedará embarazada? ¿Cuándo abrirán los bares? ¿Cuándo veré a quien quiero?,… Y éstas y muchas otras como éstas, son preguntas que nos trabajan la esperanza voluntaria o involuntariamente.

Jesús nos previene de las apariencias. En la vida acontecerán cosas grandes, espectaculares, y en la vida tratarán de engañarnos; pero nos invita a que sigamos en la fidelidad al Evangelio, al amor primero. El Evangelio no es sólo para cuando nos vaya bien, sino para cuando vienen mal dadas.

Ignacio en los Ejercicios al que lo pasa mal le da un consejo obvio, que tenga paciencia y que resista. Esperar a que cambien las cosas requiere paciencia y confianza en lo que uno vive y cree. Una paciencia que no es resignación, sino que está fundada en algo que nos permite hacer suelo donde apoyarnos para seguir caminando.

Lecturas 23 de noviembre. Lunes Semana XXXIV Tiempo ordinario.

Las sobras de nuestra sociedad son tan abundantes que tenemos toda una industria del deshecho y del reciclaje. Para pensar sobre esto en nuestra vida personal, sólo tenemos que mirar en nuestros armarios para reconocer la magnitud de lo que nos sobra.

Hoy Jesús llama la atención de nuestra mirada sobre la viuda. Aquella que no tiene nada que perder y lo confía todo a Dios. En general la mirada se queda en lo espectacular de los ricos, pero Jesús nos enseña a mirar en lo profundo de la realidad.

En lo profundo de nuestra vida sabemos que nos sobran muchas cosas, pero nos falta de alguna otra. Nos suele faltar libertad frente al consumismo, nos falta la fe de la viuda y nos falta la esperanza de saber vivir con menos cosas. Hay días en que son otros, como la viuda, quienes nos tienen que ayudar a vivir en plenitud. Atentos al Black Friday.

Lecturas 22 de noviembre. Domingo Semana XXXIV Tiempo ordinario. Jesucristo Rey del Universo

¿Por quién me preocupo? ¿De quién me ocupo? En nuestras sociedades cada vez más desiguales, vamos cerrando y achicando el círculo de quien nos ocupamos. Nuestros hermanos vienen a ser nuestro círculo estrecho y la atención al resto, la tenemos externalizada al Estado y a ONGs

Hoy Jesús nos presenta la prueba del nueve de los cristianos: Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.

La invitación a poner el amor en obras se verifica en la vida real. La situación de los hermanos humildes es la llamada diaria que recibimos y es uno de los criterios de discernimiento fundamentales para situarnos en la vida. Nos toca elegir cada día, y ese el juicio que debemos pasar, el juicio del amor al hermano.

Lecturas 21 de noviembre. Sábado XXXIII Tiempo ordinario. Presentación de la VIrgen

En los últimos años ha habido una proliferación de series sobre zombies, donde destaca Walkind Dead o el archiconocido Juego de Tronos. Curiosamente en las dos series a los zombies se les denomina como caminantes. Y a veces pueden representarnos en algunos modos de la vida que tenemos. Estamos en marcha, pero a veces parece que estamos más muertos que vivos.

Los saduceos le plantean a Jesús la pregunta sobre la vida de después de la muerte. Y Jesús responde que Dios es un Dios de vivos porque para Él están todos vivos. Se trata de mirar la vida desde los ojos de Dios y no desde nuestras convenciones.

El Dios de la vida es una invitación a profundizar en nuestra vida. Una ocasión para la celebración conjunta de que estamos vivos. Se trata de ir desterrando dinámicas poco vitales y que nos van enterrando en vida. Se trata de iluminar la oscuridad que nos entristeza, de nos deshumaniza y que nos paraliza. Encontremos en la vida, en la nuestra de cada día al Dios de los vivos.

Lecturas 20 de noviembre. Viernes XXXIII Tiempo ordinario.

En nuestra vida acelerada y después del confinamiento, nuestras casas se han convertido en espacios que requieren de una reflexión. Hoy la casa es un espacio fundamental para nosotros, en ella descansamos, nos alimentamos, nos relacionamos, trabajamos, jugamos, educamos a la prole, cuidamos a los mayores (cada vez menos), hacemos ejercicio físico, montamos fiestas,…. Pero, ¿orar? ¿Orar entra en el esquema de cada día en nuestra casa?

El Templo, en teoría, era la casa del encuentro con Dios, y Jesús se escandaliza de la derivada tomada, un espacio rodeado de comerciantes de lo divino y de lo humano. Se enfada y muestra su rechazo con la expulsión (parcial) de los mercaderes. Eso le costó su media vida en la cruz.

En medio del trajín es cuando más necesitamos para y beber de las fuentes de nuestra vida para seguir nuestros caminos. Corremos el peligro de andar como pollos sin cabeza, sabiendo que es insostenible. Pablo nos dice que cada uno de nosotros somos templos del Espíritu. Hoy la invitación es a vivir en nuestra verdad de personas de Espíritu, que cuidan, que limpian, que barren, que adornan, que profundizan en el Espíritu. TGF (Thanks God is Friday)

Lecturas 19 de noviembre. Jueves XXXIII Tiempo ordinario.

Los humanos tenemos un don especial para darnos un tiro en la pierna sin un motivo que lo justifique adecuadamente. Somos artistas de la discusión, de la polarización, de la manipulación y de la de-construcción. Somos la única especie en el mundo que es capaz de acabar masivamente con la vida en la tierra.

El evangelista en boca de Jesús avisa del desastre que se cierne. En el año 70 Jerusalén será absolutamente arrasada por los romanos y ello dará comienzo a nuevos modos de ser judío, y de paso a nuevos modos de ser cristiano.

Hoy se habla mucho de reinventarse, los bares, los negocios se tienen que reinventar. La cosa es que si también se pudiera evitar las distintas destrucciones, de empleo, de familia, de convivencias, de consensos,… que nos permiten vivir y convivir. ¿No son acaso tiempos de construir en lugar de destruir?