UD Magis

25 de noviembre, martes de la XXXIV semana del tiempo ordinario

En una época marcada por la posverdad, el populismo y la polarización, abundan relatos que simplifican la realidad y buscan dividir. Se multiplican mensajes que apelan más a la emoción que a los hechos, con propósitos no siempre honestos. Necesitamos plantarnos ante los grandes maniopuladores.

El Evangelio recuerda que no todo lo que impresiona es fiable y que pueden surgir voces que manipulan el miedo. La llamada a que nadie nos engañe invita a desconfiar de discursos alarmistas y a no permitir que el pánico o la confusión dirijan nuestras decisiones. Discernir se vuelve esencial.

Necesitamos tener la lucidez necesaria para que no nos engañen. Ante las estrategias de manipulación, necesitamos reivindicar la verdad como lugar común en el que puedan construirse la justicia y la convivencia. Feliz martes.

24 de noviembre, lunes de la XXXIV semana del tiempo ordinario

En estos días en que tantas personas afrontan incertidumbres económicas, seguimos viendo gestos silenciosos de generosidad que sostienen comunidades enteras. La realidad nos recuerda que no todo se mide en cifras ni en balances, y que hay entregas que pasan desapercibidas. A veces lo más pequeño ilumina la realidad de todos.

El texto nos muestra a una mujer que ofrece lo único que tiene porque confía plenamente. Su gesto supera al de quienes dan desde su abundancia y revela un corazón que no retiene. Echarlo todo expresa una libertad que nace de la confianza profunda.

Hoy podríamos reconocer y agradecer todas las entregas generosas que nacen de la coherencia y la confianza. Como esas personas, intentemos compartir lo que somos sin miedo a la escasez. Busquemos caminos donde nuestra aportación, por pequeña que parezca, transforme. Feliz lunes.

23 de noviembre, domingo. Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

En un tiempo de polarización política y auge del autoritarismo, necesitamos dar una vuelta a los liderazgos que tenemos. La fiesta de Cristo Rey nace en 1925 como respuesta a un momento político de auge de los totalitarismos y espacio entre guerras.

Jesús es objeto de burlas que le dicen: «Sálvate a ti mismo». El contrapunto llega en la voz del malhechor que reconoce la verdad de una autoridad que no domina, sino que acompaña. La promesa de estar juntos en el paraíso abre un horizonte donde la dignidad no depende de la fuerza.

Necesitamos abrir espacios que desmonten la posverdad y reduzcan la polarización. Necesitamos replantar muchas cosas para que nuestro modo de vida sea reconciliado y en paz, más al estilo de Dios. Feliz domingo.

22 de noviembre, sábado de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

Vivimos en un mundo donde los mayores beneficios económicos proceden de armas y drogas y donde demasiadas decisiones se toman desde la lógica del descarte. La economía de la muerte avanza mientras muchas vidas quedan relegadas al olvido.

El Evangelio recuerda que algunos se enredan en discusiones que apartan la atención de lo esencial. Jesús afirma que Dios es Dios de vivos y señala una vida que no se negocia ni se reduce a intereses. Su palabra denuncia todo sistema que ignora a quienes todavía esperan ser reconocidos.

Un día más nos toca elegir una mirada que sostenga la vida allí donde parece amenazada. Se trata de poner en el centro a quienes más necesitan ser vistos y acompañados. Intentemos construir espacios donde la vida sea vida verdadera. Feliz sábado.

21 de noviembre, viernes de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

Las noticias nos hablan de un clima social saturado de ruido, de debates acelerados y de voces que compiten por imponerse. Estamos cansados de vivir en un entorno donde cuesta encontrar espacios de calma. Necesitamos lugares que nos devuelvan a lo esencial y nos permitan respirar con hondura.

El Evangelio recuerda que el templo es una casa de oración, un lugar para reencontrar a Dios, con silencio y sentido. Jesús invita a escuchar de verdad y no dejar que el ruido suplante lo esencial. La gente lo buscaba porque en sus palabras hallaba algo muy distinto al ruido de la cueva de bandidos. .

Hoy podemos facilitar espacios de escucha atenta y presencia serena que nos ayuden a vivir con mayor lucidez. Intentemos detener el ruido interior y externo para cuidar la voz de la vida que nos transforma. Feliz viernes.

20 de noviembre, jueves de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

En estos días escuchamos que los cambios se aceleran y que a veces no llegamos a reconocer el momento oportuno para actuar. Vivimos entre prisas y desconciertos que nos impiden leer lo que sucede a nuestro alrededor. Necesitamos una mirada que sepa interpretar el tiempo.

El Evangelio recuerda la destrucción de Jerusalén en el año setenta, una herida histórica que el autor relee como falta de reconocimiento del tiempo decisivo. Jesús llora porque la ciudad no percibe la oportunidad de paz que se le ofrece. Su lamento señala la importancia de comprender el momento que puede cambiarlo todo.

Hoy podríamos ejercitar una atención profunda que nos ayude a discernir lo que está naciendo. Podríamos tratar de vivir con sensibilidad los instantes que piden una respuesta nueva. Es un intento de que nos dispongamos a reconocer el tiempo propicio que puede abrir horizontes para vivir juntos. Feliz jueves.

19 de noviembre, miércoles de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

La incertidumbre global aumenta mientras nuevas tensiones sociales y económicas se entrelazan con nuestro día a día. En medio de esta complejidad buscamos claridad para tratar de avanzar en la vida.

Lucas nos habla de una oportunidad compartida para hacer crecer lo recibido. Quien se abre al riesgo responsable descubre que la fidelidad en lo pequeño transforma la realidad. Entre tanto, el miedo paraliza mientras la confianza nos impulsa hacia caminos nuevos.

Hoy podríamos hacernos conscientes y cultivar con audacia aquello que se nos confía y compartirlo con otros. Es una invitación a caminar con creatividad y responsabilidad, poniendo en juego todas nuestras capacidades. Feliz miércoles.

18 de noviembre, martes de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

Las noticias sobre

Las noticias sobre nuestro modo de vida nos recuerdan cada día la necesidad de espacios donde podamos vernos y reconocer nuestras búsquedas comunes. En medio de agendas agitadas, descubrimos que muchas personas anhelan un encuentro que humanice la misma existencia.

El relato muestra a alguien que desea abrirse camino entre la multitud para comprender mejor lo que despierta su corazón. La sorpresa llega cuando es invitado a bajar de su altura para encontrarse cara a cara con una mirada que transforma. La alegría nace cuando decide reparar lo hecho y comenzar una vida más justa.

Hoy podría ser un día para descubrir que somos llamados a abrir nuestras casas interiores para dejar espacio a nuevos comienzos. Podemos atrevernos a bajar de nuestros árboles y mirar la realidad con más hondura, respondiendo a la misma llamada de la vida. Feliz martes.

17 de noviembre, lunes de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

En estos días de ritmos acelerados, muchas personas buscan orientación en medio de la incertidumbre social y económica. A veces parece que el ruido constante apaga las voces que piden ayuda y que las prisas dificultan escuchar lo que realmente importa. Sin embargo, siguen existiendo gestos que recuerdan la fuerza de confiar incluso cuando todo parece oscuro.

El Evangelio nos muestra a alguien que, pese a las barreras y al silencio impuesto, se atreve a pedir lo que necesita y a creer en la posibilidad de una vida nueva. La frase «Tu fe te ha salvado» ilumina la escena porque revela que la confianza sincera puede abrir caminos que parecían cerrados. Recuperar la mirada es también recuperar un horizonte más amplio y verdadero.

Hoy podríamos tratar de reconocer nuestras cegueras cotidianas y preguntarnos qué deseo profundo querríamos que se despertara en nosotros. Quizá podamos dejarnos sorprender por la fuerza de confiar y permitir que otros nos acompañen en ese proceso. Feliz lunes.

16 de noviembre, domingo de la semana 33 del Tiempo Ordinario.

En estos días de incertidumbre global seguimos pendientes de noticias que inquietan y de memorias que aún interpelan. El aniversario de los mártires de la UCA nos recuerda que hubo quienes mantuvieron la dignidad incluso en tiempos oscuros. En medio de todo ello buscamos puntos firmes para sostener la vida cotidiana.

El relato presenta a personas admirando un templo espléndido mientras Jesús invita a mirar más hondo. Nada material es definitivo y no vale dejarse arrastrar por voces alarmistas ni por el miedo. La clave aparece en la perseverancia que sostiene incluso cuando todo parece tambalearse.

Podemos perseverar en lo que da sentido a nuestros días, cuidando lo pequeño incluso cuando todo alrededor parece inestable. Podemos perseverar en la escucha, en la palabra justa y en los gestos que sostienen la vida de todos. Feliz domingo.