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5 de agosto. Lunes de la XVIII semana del tiempo ordinario

Cuando estamos en automático no nos damos cuenta d elas cosas que nos apsan. No caemos en la cuenta de muchas cosas tales como que comemos (y en general muy bien) todos los días. El asunto es que el cada día nos despista de lo que realmente significa.

La multiplicación de los panes y los peces es un símbolo de la abundancia que Dios desea compartir con nosotros. A menudo nos encontramos en situaciones donde nuestros recursos parecen limitados, pero la fe nos permite ver más allá de lo evidente.

El pan de cada día sólo se puede dar por medio de la solidaridad. Para ser solidario, para tener pan cada día, conviene darnos cuenta de todo lo que tenemos, agradecerlo y como en el milagro, ponerlo a disposición para que pasen cosas mayores. Feliz lunes.

4 de agosto . Domingo de la XVIII semana del tiempo ordinario

El ser humano es un ser que siempre ha estado en búsqueda, desde la curiosidad, desde la necesidad o desde la casualidad. Estamos dotados de un enorme motor de búsqueda, pero también a veces buscamos cosas que no merecen la pena.

La multitud que busca a Jesús no lo hace por una búsqueda espiritual profunda, sino por el pan que los sació milagrosamente. Jesús, con su sabiduría, les recuerda que el otro alimento merece mucho más la pena que el pan común.

Ignacio de Loiola fue un hombre de búsqueda cosntante, tratando de descubrir a Dios en todas las cosas. Me pregunto cómo son nuestras búsquedas en una socieda conformista y a veces algo acomodada. Feliz domingo.

3 de agosto . Sábado de la XVII semana del tiempo ordinario

La búsqueda de poder, la manipulación, la injusticia y la violencia son temas universales que siguen estando presentes en nuestro mundo. El resultado son las numerosísimas víctimas inocentes que generan en prceosos que hasta pueden parecer una frivolidad.

La muerte de Juan el Bautista, un hombre justo y valiente, es un trágico recordatorio de cómo el poder puede corromper y la injusticia puede triunfar. En frente encontramos a los discípulos de Juan, que entierran su cuerpo e informan a Jesús. Ellos nos recuerdan la importancia de la dignidad humana incluso en la muerte, y cómo la verdad de nuestras acciones siempre sale a la luz.

Hoy podríamos mirar a tantos lugares donde los pdoeres matan. Es una ocasión de aprender de los discípulos de Juan, para afirmar la dignidad de todos, pero sobre todo fomentar procesos de verdad que no deje que la impunidad se extienda. Feliz sábado.

2 de agosto . Viernes de la XVII semana del tiempo ordinario

Los prejuicios determinan demasiadas cosas en nuestra vida. Es ese pensamiento que no sabemos muy bien cómo ha llegado, pero es el que en muchas ocasiones nos hace fracasar. Nos impide ir a lo nuevo y nos aleja de los distintos.

Jesús regresa a su ciudad natal, Nazaret, y comienza a enseñar en la sinagoga. Sus paisanos, aquellos que lo vieron crecer, se sorprenden ante su sabiduría y los milagros que realiza. Sin embargo, en lugar de alegrarse o sentirse orgullosos, reaccionan con escepticismo y rechazo.

En un mundo que a menudo busca lo extraordinario en lugares lejanos, este texto nos recuerda que la sabiduría y los milagros pueden estar más cerca de lo que pensamos, si tan solo tenemos la humildad y la fe para reconocerlos. Feliz viernes.

1 de agosto . Jueves de la XVII semana del tiempo ordinario

En el gran mar en el que vivimos lo que encontramos es la gran diversidad que lo puebla. Pero siempre existe la tentación de hacer el mar pequeño y convertirlo en una charca en el que nos juntamos los peces de un mismo estilo. Es así como vamos creando burbujas en las que vivir confortablemente.

Jesús reconoce la gran diversidad que existe en la comunidad de creyentes y en la humanidad en general. Es desde ella y con los frutos que den donde se da el juicio, no antes, sino después. Es la sabiduría que reconoce lo distinto y el necesario paso del tiempo.

El día nos puede invitar a celebrar la diversidad que existe en nuestras propias vidas. De esta celebración podremos reconocer y enriquecernos los distintos que somos con los distintos que convivimos y queremos vivir. Feliz jueves.

31 de julio. Miércoles de la XVII semana del tiempo ordinario. San Ignacio de Loyola

Hoy es un día para parar y hacer memoria del santo que, con otros, puso en marcah un proceso como el de la Compañía de Jesús. Por elegir algo de su vida y que para hoy puede ser interesante es su capacidad de atención a lo que pasa dentro. Tuvo que recibir un cañonazo para parar en su ajetreado proceso de éxito social. Al parar empezó a reconocer , eso que pasa dentro de nosotros y a mirar la realidad propia y ajena de una manera nueva. Se dejó inspirar en la calma y descubrió a Aquel que sería el centro de su corazón.

Hoy tenemos el reto de parar para enfocar nuestra atención a lo importante en mundo de enorme complejidad y que nos distrae. Ignacio aprendió del Jesús del Evangelio de hoy a retirarse y a orar; y desde ahí hacer que todas las cosas fueran nuevas. Que tengamos una muy feliz fiesta de San Ignacio y que su vida y su espiritualidad nos sigan inspirando a nosotros ya muchos otros. Gora San Inaxio.

30 de julio. Martes de la XVII semana del tiempo ordinario

Cuando miramos a nuestro querido mundo lo encontramos lleno de heridas por las injusticias que como humanidad cometemos. Esas heridas las portan las innumereables víctimas de un modo de funcionar injusto y tal vez demasiado aceptado por muchos.

Para Jesús el mundo como campo de batalla espiritual: donde conviven los «ciudadanos del reino» y los «partidarios del Maligno». No es una batalla fácil y requiere mucha paciencia y determinación, pero sobre todo confianza en que Dios también está en esto.

En vez de mirar lo mal que están las cosas, la invitación de hoy sería mirar a los espacios de justicia y a los justos. Que brillen en el día de hoy y nos inspiren en nuestro día a día para que estemos atentos a los espacios de bien. Feliz martes.

30 de julio. Lunes de la XVII semana del tiempo ordinario. Santos Marta, María y Lázaro

La amistad es una de las mejores experiencias del ser humano. Es aquello que nos vincula a otros de manera gratuita y con los amigos nos hacemos cómplices de la vida misma. Es el motor que nos saca de nosotros mismos.

Jesús visita a sus amigos en un momento de dolor. Lázaro, el gran amigo de Jesús ha muerto y en ese dolor se da el diálogo con la Marta y María. En el diálogo se da la confesión y el reconocimiento de Jesús capaz de dar vida.

Los amigos nos traen vida, nos dan alegría, risas, confidencias, sueños, consuelo,… La vida es un ejercicio continuo de hacer amistad y es por ello importante reconcoer y agradecer ese gran tesoro que tenemos. Feliz lunes.

29 de julio. Domingo de la XVII semana del tiempo ordinario

Vivimos en la sociedad del descarte. Aquello que no nos sirve aquí y ahora lo tiramos y lo descartamos. El problema es que eso no sólo se hace con los alimentos y otras cosas, sino que también lo hacemos con las personas.

En el milafro de los panes y de los peces Jesús nos muestra los rasgos del Reino. Nunca falta y hay abundancia de lo que se necesita, pero también que nada se pierda. El Reino sueña para cada uno y por cada uno sin descartar a nadie.

Estamos ante el reto de un cambio casi cultural. No dejar a nada ni a nadie atrás en el camino: que nadie se pierda. Ello nos anima a cambiar nuestor modo de mirar a la gente y anosotros mismos, de modo que como Jesús nos podamos fiar de las propeustas de Dios. Feliz domingo.

27 de julio. Sábado de la XVI semana del tiempo ordinario

Hay un capítulo de Astérix y Obelix titulado «La cizaña». Al igual que los habitantes de la aldea del cómic, a menudo nos encontramos rodeados de «cizaña»: rumores, envidias, desacuerdos que pueden y complican mucho neustra convivencia.

Como respuesta podemos encontrar la sabiduría de Jesús que al discernimiento. Así como el dueño del campo espera el momento de la siega para separar el trigo de la paja, nosotros debemos esperar y discernir entre el trigo y la cizaña.

Podemos mirar nuestra vida para ver cómo estamos de impaciencia para saber esperar a la verdad. En tiempos de repentización necesitamos parar y esperar a que los procesos de la vida culminen y fructifiquen del modo adecuado. Feliz sábado.