31 de julio, jueves del tiempo ordinario. San Ignacio
Vivimos tiempos de cambio acelerado, con retos sociales, ecológicos y culturales que nos exigen nuevas respuestas. Admiramos a quienes, con autenticidad y audacia, son capaces de generar impacto desde lo pequeño. Necesitamos referentes que inspiren transformaciones reales y sostenidas.
El Evangelio de hoy nos recuerda que “quien pierda su vida por mí, la salvará”; palabras que Ignacio hizo vida al reorientar su existencia desde una herida. Renunció a sus sueños de gloria para entregar su vida al servicio de los demás, generando una corriente que aún transforma.
Quizá hoy sea un buen día para preguntarnos qué estamos dejando a nuestro paso. Si nos atrevemos a mirar hondo y actuar con coherencia, también nosotros podemos ser cauce de renovación. Que no pase de largo esta posibilidad de transformación. Gora San Ignazio.

Gora