Lecturas 26 de marzo de 2022. Sábado III semana de Cuaresma
Desde algunos ámbitos de la sociedad parece que todos tenemos que ser singulares y diferentes. El asunto no está en asumir la diversidad, sino en el hacerse diferente para creerse mejor que otros Y eso puede ser un lío.
Jesús fue diferente, pero queriendo hacerse uno con la humanidad. El fariseo se creía mejor que los demás distinguiéndose de los otros, mientras el publicano quería pasar desapercibido. La clave está en la humildad, en vivirse en la verdad de ser hijas e hijos de Dios.
Podríamos hacer un ejercicio de ser diferentes en el servicio. De servir en vez de ser servidos, en reconocer nuestra fragilidad en vez de alardear de nuestra fortaleza. Y en este ejercicio podríamos ser iguales a otros, acercándonos al sufrimiento y al dolor de alguna persona cercana. Feliz sábado.