16 de agosto. Martes de la XX semana del tiempo ordinario
Un amigo me decía, aleluya, aleluya, cada uno se busque la suya. Podría ser un lema para estos tiempos en los que parece que en algunos ámbitos parece que el individualismo será la salvación del ser humano. Aunque me temo que la realidad se empeña en demostrarnos que no. Sólo hay que ver un telediario para comprobarlo.
La cuestión de la salvación en clave de Reino está en Dios. No está en nosotros, ni en nuestros méritos o deméritos sino entrar en la misma lógica de amor de Dios. Lo de salvarse algo depende de nosotros, pero al final está la bondad infinita de Dios que hace todo para que nos salvemos.
Hoy podría ser un día de celebración de la salvación. Ver lo que otros e incluso Dios mismo hace y han hecho por mi. Me han dado la vida, me cuidan, me animan, me quieren y hoy podemos ponerles nombre y agradecérselo en y de corazón. Feliz martes.