18 de junio, Domingo XI del tiempo ordinario
En el tiempo en el que estamos más interconectados, en la soceidad en la que recibimos más información sobre las realidades de inhumanidad, resulta que más anestesiados estamos. Delante de nuestros ojos pasan infinitud de desgracias humanas y cada vez las vemos menos como sociedad.
El primer movimiento de JEsús es compadecerse. Mira la realidad humana que tiene delante y tras compadecerse, responde escogiedo a los apóstoles. El camino del Evangelio no es primero convencerse de Dios, sino compadecerse del hermano.
Hoy podemos entrenar el corazón en los caminos de la compasión. Es un entrenamiento que requiere primero algo de fuerza para romper las inercias y después trabajo de fondo porque es una carrera de resistencia. Feliz domingo.