15 de mayo. Miércoles VII semana de Pascua
En el transcurrir de la vida a veces nos podemos notar como más secos, más estériles, o tal vez bloqueados. Son esas dinámicas en las que nos sentimos en buble, como el día de la marmota y viendo que a la vez que el color de la vida brilla menos o se apaga.
El Evangelio nos invita a permanecer con Jesús y su propuesta. Permanecer en Él es como estar enchufados a la vida, a la fuente de vida y con la mirada vital bien enfocada. Es desde ahí donde nuestros frutos serán buenos y abundantes.
A nuestro alrededor puede haber personas que están viviéndose como secas. Es una ocasión para volver a reconectarnos a aquello que nos da nutre y que nos anima (dar vida). Es una ocasión para hacer de jardineros y cuidar las plantas, tanto las propias como las de al lado regándolas con el agua que necesitan. Feliz miércoles.