Lecturas 4 de septiembre. Sábado XXII semana tiempo ordinario
Es interesante ver cómo cambia el sentido de los días. Para los fariseos era un tiempo muy religioso y normativizado, en algunas casas es tiempo de preparar comida, limpiar la casa y hacer la compra, para algunos jóvenes es día de salir de noche,… Pero en ¿qué medida nos sentimos como dueños de este día?
Jesús va al fondo de la cuestión de la religiosidad. El ser humano es el destinatario de la propuesta del Evangelio y es el ser humano en su integridad. Es por ello que el resto se relativiza y se subordina a la experiencia de Reino de Dios. Es una invitación a la libertad.
Hoy en concreto tenemos dos compañeros jesuitas que hacen votos en Loiola, uno los primeros y el otro los últimos en la Compañía. Es una alegría seguir con estupendos compañeros que siguen diciendo que sí a la invitación que el Señor les hace. Hoy como jesuitas estamos contentos por ello y queremos dar gracias a Dios con todos vosotros.