Lecturas 24 de abril. Sábado III semana de Pascua
Vistos los distintos panoramas podemos tener ganas de marcharnos. Cada vez más en nuestra sociedad líquida eso de fluir de unas opciones a otra es cada vez más relevante en nuestro modo de vida y el permanecer se convierte en una especie de residuo atávico de otros tiempos.
Lo que plantea Jesús es radical e interpela a la expectativa que tenían sus discípulos. Vivir el Evangelio es una llamada a la profundidad del amor y eso se refleja en la vida. Los discípulos en este pasaje renuevan y fortalecen su vínculo con Jesús ante la pregunta que les plantea.
Hoy es más fácil marcharse que permanecer, es más fácil no ir a una reunión de grupo que ir, es más fácil dejar una relación que mantenerla, es más fácil no comprometerse que permanecer en el compromiso. Pero nuestros vínculos, nuestras relaciones necesitan de la permanencia que va más allá de las compañías telefónicas. Necesitamos estar y permanecer como Dios lo hace, para que ese amor sea realmente verdadero y eficaz. Feliz sábado.