1 de julio, Viernes XII del tiempo ordinario
La vida está llena de líos que en general queremos evitar. No nos gusta que los problemas y las dolencias se nos acerquen y en general tratamos de evitarlo como sea. El asunto es que si nadie se encarga de la realidad doliente ¿quién lo va a hacer?
El appel de Jesús mediante curaciones y el anuncio del Reino de Dios incluye el compromiso de hacerse cargo de la realidad doliente del mundo. Es continuidad de que Dios mismo, por medio de Jesús, el siervo de Yahvé afronta y acoge la realidad en toda su extensión, incluida la parte más oscura.
A nuestro alrededor siempre encotnramos personas que se acercan al dolor. A partir de la compasión y con un enorme compromiso personal hay otros siervos de Yahvé que se dedican a cudiarnos, a curarnos, a sanarnos en medio de este mundo complejo y que muchas veces no agradecemos suficiente. Feliz sábado.