Lecturas: domingo 29 de marzo (5ª semana de Cuaresma)
Son muchas las iniciativas que encontramos en las redes sociales para darnos ánimo, videos motivacionales, memes humorísticos, tablas de ejercicios, recetas de cocina, recomendaciones de libros y de series,…etc. En algún modo son propuestas que tratan de elevar el espíritu del encierro que se podría simbolizar en los sepulcros de las lecturas de hoy.
Afrontar las dificultades en la vida requieren de un ánimo y un espíritu dispuesto a ello, y que en algún modo sea capaz de trascender la situación que vivimos. Ezequiel anima a su pueblo que vivía en el destierro, un destierro que marcó la identidad del pueblo de Israel. Pablo en su segunda lectura, nos invita a vivir en el Espíritu. Un Espíritu que nos invita a una vida nueva a partir de una experiencia que nos ha transformado, que en este caso será el de la fe. Una experiencia de fe que también se vivía en un ambiente de franca hostilidad, pero que animados por el Espíritu lo vivieron como una recreación, como algo nuevo que daba vida.
Y por último encontramos el episodio de Lázaro, que tras la enfermedad, muere y con la intervención de Jesús vuelve a la vida. En este punto quisiera destacar el espíritu de la amistad que es el que une a Jesús con los protagonistas del episodio. Una amistad que hace que Jesús vuelva con el llamado de Marta, una amistad por la que Jesús llora por su amigo, una amistad que se convierte en algo nuevo tras la oración de Jesús. Jesús no llama siervos a los discípulos, sino les llama amigos. En la Compañía de Jesús utilizamos un término que es «amigos en el Señor», que pone nombre a este espíritu de amistad. Estos días son días de espíritu y de amistad. Es tiempo para recordar, actualizar y revivir la amistad que nos sostiene, la amistad que es compañera de camino y de trabajo, la amistad cómplice y la amistad gratuita que en algún modo nos habla de la amistad de Dios con la humanidad. Ánimo eta eutsi goiari.