Lecturas 30 de octubre. Viernes XXX tiempo ordinario
Hay veces que sin darnos cuenta solemos estar involucrados en dinámicas muy locas. Un ejemplo los relaciones patológicas que solemos tener con el trabajo, con el cuidado del cuerpo, el modo de relacionarnos con los demás, el uso del móvil, la higiene del sueño,…
Ante la acechanza de los fariseos Jesús responde con sentido común, o mejor dicho sentido humano. Si alguien está enfermo hay que curarle, ya sea sea sábado o domingo. Esto que parece algo obvio, no lo es tanto en un entorno social y normativo que hace que se pierda la perspectiva.
Cuando se nos confronta que estamos en una de estas dinámicas, solemos quedarnos sin respuesta porque hay poco que decir, es evidente. La falta de respuesta es la falta de razón para responder, pero también habla de la falta de razón que sostenía la dinámica. ¿Por qué hago lo que hago? ¿Por qué, como sociedad, hacemos lo que hacemos?