Lecturas 28 de abril. Miércoles IV semana de Pascua
No sé muy bien por qué, la religión ha sido representada y vivida como algo oscuro, frente a la luminosidad de la razón. El problema ha sido y sigue siendo el confrontar religión y razón como contrarios en lugar de complementarios.
Jesús se presenta como luz del mundo, y ciertamente lo hace como encargo de aquel que le envía. Jesús nos trae la luz del Padre y con su vida ilumina la vida de los creyentes.
En un mundo que tiene muchas oscuridades en las vidas de demasiada gente, necesitamos de personas que vengan como luz. Necesitamos iluminar muchos corazones, necesitamos iluminar muchos futuros, necesitamos iluminar muchas soledades que necesitan de otros como luz. Feliz luminoso (aunque llueva) miércoles.