24 de abril. Miércoles IV de Pascua.
La luz es una metáfora poderosa y multifacética, ya que la luz es esencial para la vida y representa la claridad, la verdad y la guía en la oscuridad. La experiencia de cada día nos dice que la luz nos conecta a la realidad.
Jesús no solo se identifica con esta luz, sino que también nos asegura que aquellos que creen en él no «quedarán en tinieblas». La fe en Jesús es la luz que nos ilumina la realidad desde los ojos de Dios, ojos que no juzgan y ojos que miran con amor.
Cuando hoy nos podamos sentir algo en oscuras podríamos pensar en que necesitamos un poco de luz en esa realidad. Necesitamos de esa luz uqe nos ayude a mirar la vida en toda su riqueza. Feliz miércoles.