El pasado jueves, 6 de noviembre de 2014, Cáritas Euskadi presentó en DeustoForum el “Informe FOESSA de Euskadi sobre exclusión y desarrollo social 2014”, que recoge los resultados de las encuestas realizadas a la población vasca en base a 35 indicadores, y revela que la pobreza y la exclusión social no son “exclusivamente” resultado de la crisis, sino también de la debilidad de nuestro modelo distributivo. Y es que, dos de cada tres personas que se encuentran en situación de exclusión social a día de hoy provienen de antes de la crisis.
Los hogares que sufren privación material y pobreza monetaria se han incrementado en un 50%, y ya son 4 de cada 10 hogares la que lo sufren. Además, la crisis no nos ha afectado a todos por igual, sino que ha empobrecido aún más si cabe a aquellos con menores recursos. En la CAV, un 16,6% de la población se encuentra en exclusión social (un 11,1 % se encuentra en exclusión moderada y un 5,2% en exclusión severa).
Así, el informe hace unas propuestas a las instituciones y agentes, en las que pide que no se considere que “el desarrollo social y de las personas no es el crecimiento económico”. También se pide “afrontar las consecuencias estructurales de la pobreza” y “priorizar aquellas medidas políticas que suponen una mejora en las condiciones de vida de los más pobres”.