Este pasado miércoles tuvimos una experiencia irrepetible escuchando a Joan Roca
(el Celler de Can Roca) y Andoni Luis Aduriz (Mugaritz) hablar sobre música y cocina.
Joan nos cautivó con sus explicaciones sobre su concepción de la cocina y las sensaciones, y proyectó un corto de “El somni” (Una ópera en doce platos, un banquete en doce actos), que él define como una obra total, multidisciplinaria, analógica, digital, real, onírica, cibernética y gastronómica. Ópera, electrónica, poesía, 3D, artes escénicas, canto, filosofía, pintura, cine, música y cocina. Podéis encontrarlo en el siguiente enlace: http://www.elsomni.cat/es/
Andoni no quiso quedarse atrás y también proyecto un pequeño trailer de su “Mugaritz BSO”, donde muestra la creación gastronómica, el desarrollo de ideas y su transformación al terreno de la creación musical, aprovechando el gran abanico de colorido, plasticidad y texturas que nos brindan ambos mundos, el gastronómico y el musical. Jugó al engaño con la voz del contratenor vitoriano Carlos Mena, y con su carpaccio de sandía que, como podéis ver, parece lo que no es.
A continuación, Juan Ángel Vela los condujo hacia el personaje del día, el compositor Giuseppe Verdi, que curiosamente falleció un 27 de enero en el año 1901. Ambos chefs son grandes aficionados de la música, por lo que hicieron un análisis muy interesante de su persona y del momento histórico en el que vivió, analizando la música y la cocina de la época. Joan relató su experiencia en la preparación de un menú para la obra Nabucco, y cada uno de ellos propuso una receta: basada en Rape la de Joan , y en cardo rojo la de Andoni. La descripción de las propuestas y del modo de cocinarlas hicieron, al menos al que escribe, la boca agua, y casi sin sentir llegamos al final de conferencia, que se hizo más corta que nunca.
Prometieron, eso sí, que nos enviarían las recetas. Las pondremos a disposición de tod@s en este blog y en la web de la ABAO tan pronto nos sea posible.
Una experiencia para los sentidos con dos gigantes de la cocina.
Para terminar la velada, tuvimos la ocasión de cenar con ellos en el Txoko Bilanda, donde mi buen amigo Ricardo tuvo la osadía de preparar una cena informal para ellos dos y un grupo de amigos de la Universidad y de la ABAO.