Si miramos alrededor parece que todo es objeto de compraventa. Nuestra privacidad, nuestro conocimiento, nuestro cuerpo, nuestras ideas, nuestro trabajo,… es posible monetizarlo. Es el eufemismo para decir que está en venta y que el asunto es el precio que se paga por ello.
Judas vendió a Jesús por 30 monedas de plata. Este es el precio que tiene que pagar el dueño de un buey loco si mata a un esclavo, o tamién es el salario que recibe Zacarías como alfarero y con el que se compra un campo. Dicho de otra manera Jesús, el Hijo de Dios, será traicionado y vendido como objeto de comercio.
Cuidado con lo que compramos y vendemos. La lógica de Dios es la lógica del amor y de la solidaridad frente al mercado. Sería una invitación a mirar como cotiza el amor en lugar de cómo va el Dow Jones. Feliz miércoles.