Lecturas 22 de junio, Lunes XII semana del tiempo ordinario
«Sálvame» es el título de un conocido programa de televisión cuyo título mejor hubiera sido «Condéname». Es la representación de un grupo de personas que se dedican a despellejar (juzgar) a todo bicho viviente. Lo malo es que esa actitud se ha extendido y aceptado en otros ámbitos tan serios como el de la política.
Jesús nos dice que nos quitemos la viga de nuestro ojo. Es una imagen poderosa que representa todo el aparato pre-crítico que tenemos para mirar interesadamente la realidad. Y como viga que es, requiere un titánico esfuerzo para quitarla y que nos deje ver la realidad en toda su riqueza.
Quitar la viga empieza por la máxima ignaciana de «salvar la proposición del prójimo». Es un ejercicio sencillo que nos activa para entender mejor a los demás. Es un esfuerzo para detener nuestro escáner para sacar fallos y ajustarlo a ver también lo bueno que tienen los otros. Es un ejercicio que además invita a otros a hacer lo mismo, creando espacios de acogida y diálogo constructivo. ¿No nos haría falta un poquito más de eso?