Lecturas 28 de marzo. Domingo de Ramos
Hoy se proclama toda la pasión de Jesús. Es un relato de un hombre que será condenado a la cruz e Ignacio de Loiola nos sugiere que lo interpretemos viendo cómo la divinidad se esconde. A la vez podríamos añadir la lectura de cómo la humanidad se esconde.
Jesús muere como vive, y en ese modo es como se le reconoce como Hijo de Dios. Un Dios que llega a abrazar el último rincón de la humanidad y que se aproxima a todos los crucificados de este mundo. Mirar al crucificado es ver a Dios que ha muerto.
Pablo nos habla de la sabiduría de la cruz, que será necedad y locura para unos y para otros. Se trata de una sabiduría que es misterio y que nos sirve para la vida. La cruz es el signo de los cristianos, ojalá que sea el signo de la solidaridad.