3 de noviembre, Jueves de la XXXI semana del tiempo ordinario. Beato Rupert Meyer SJ
A veces hay sociedades que descartan y en algún modo asumen que la oveja pérdida ya no es del rebaño. Lo peor es que hay sociedades que descartan y empujan a las ovejas a marcharse del rebaño. Son sociedes que excluyen y descartan a quienes no son iguales.
El Evangelio subraya por un lado el deseo de búsqueda del psator. El pastor quiere a todas als ovejas, incluso a las descarriadas y asume las diferencias entre su rebaño, pero mantiene la unión en el grupo.
Nuestra sociedad y nuestra Iglesia siguen teniendo que afrontar el reto de la diversidad. Este reto empieza con uno mismo, en la medida en que somos capaces de acoger al diferente, al descarriado. Hoy podríamos dar gracias por todos aquellos que, con su singularidad, nos ayudan a ir a buscar y acoger lo diverso en neustra vida.
No había caído en que esta parábola de Jesús, es tan actual a día de hoy, la oveja descarriada, son o pueden ser nuestros excluidos. Abrir los ojos para seguir Su camino, intentando incluir a todo el mundo a enuestro alrededor, en nuestra sociedad, el mundo… Cuántos ejemplos me vienen a la cabeza! Nos dispersamos, apartamos del camino y nos está esperando siempre. Y yo, apartó? Excluyo? Siguiendo Su Camino, Verdad y Vida… tengo mucho trabajo por delante. Hoy mismo empiezo!