15 de agosto, Martes XIX semana tiempo ordinario.Asunción de la bienaventurada Virgen María
Uno de los rasgos de nuestra cultura es que tiene carácter dominante. Trata de dominar la naturaleza, los recursos, la ciencia, las personas, el rendimiento,…Ese ejercicio de dominio contrasta con la enorme cantidad de víctimas que ha generado y genera, y parece que se ha olvidado de la cultura del cuidado, de la cultura de la misericordia.
El Evangelio pone en boca de María el Magnificat, una preciosa oración de acción de gracias por la presencia de Dios en la historia. El plan de Dios sólo se pudo realizar porque una adolescente María, en un recóndito lugar del Imperio, dijo que sí a la propuesta de Dios.
Hoy nosotros podríamos rezar nuestro propio Magnificiat. Recordar esa presencia de Dios en nuestras vidas por medio de la misericordia a través de otras personas. A través de la memoria agradecida podemos también crecer en misericordia nosotros mismos. Feliz martes.