18 de marzo, Martes II de Cuaresma
Demasiadas veces nos vemos cargados con fardos pesados que no deberíamos de llevar. Los fardos se cargan con preocupaciones, problemas, ansiedades que nos ponen unos y que la vida nos trae. ¿Cómo podríamos ir más ligeros por la vida?
Jesús nos previene de aquellos que nos cargan con fardos pesaods. Se tratan de esas dinámicas religiosas que están empoderadas y complican la vida de la gente. La propuesta de Evangelio es mucho más sencilla y a la vez profunda, es el camino de la libertad de caminar ligeros desde Dios.
Hoy pdoríamos hacer el intento de descubrir cuántos fardos llevamos y que no hace falta que los llevemos. Se trata de ese ejercicio de parar la prisa por caminar, y en ese parón eliminar carga para continuar con otra alegría. Feliz martes.
