21 de noviembre, viernes de la semana 33 del Tiempo Ordinario.
Las noticias nos hablan de un clima social saturado de ruido, de debates acelerados y de voces que compiten por imponerse. Estamos cansados de vivir en un entorno donde cuesta encontrar espacios de calma. Necesitamos lugares que nos devuelvan a lo esencial y nos permitan respirar con hondura.
El Evangelio recuerda que el templo es una casa de oración, un lugar para reencontrar a Dios, con silencio y sentido. Jesús invita a escuchar de verdad y no dejar que el ruido suplante lo esencial. La gente lo buscaba porque en sus palabras hallaba algo muy distinto al ruido de la cueva de bandidos. .
Hoy podemos facilitar espacios de escucha atenta y presencia serena que nos ayuden a vivir con mayor lucidez. Intentemos detener el ruido interior y externo para cuidar la voz de la vida que nos transforma. Feliz viernes.
