13 de noviembre. Miércoles de la XXXII semana del tiempo ordinario
Vivimos en un mundo donde la inmediatez de las redes sociales y la velocidad de la vida moderna nos hacen olvidar frecuentemente el valor del agradecimiento. En el proceso de individualización se nos olvida que dependemos mucho y para muchas cosas de los demás.
La historia nos presenta una lección fundamental sobre la gratitud y el reconocimiento, donde solo uno de los diez leprosos regresa a dar gracias. Este único hombre, además, era samaritano, considerado un extranjero y marginado por la sociedad de su tiempo.
Hpy podríamos pensar nuestros días como bendición, y de estas bendiciones ¿cuántas veces me detengo a agradecer? El agradecimiento es algo que fortalece nuestros vínculos y encontramos todo un camino a seguir. Feliz miércoles.
En este mundo cambiante, la gratitud es un respiro para el alma, una oportunidad para reconocer nuestra conexión con los demás. Agradecer no solo retribuye, sino que también nutre el interior. Cada agradecimiento es una luz que ilumina la calidez de la vida. Que cada día podamos ver la vida con un corazón agradecido y encontrar fuerza para seguir adelante. Feliz miércoles.