25 de septiembre. Miércoles de la XXV semana del tiempo ordinario
Atender a los noticieros es atender al cúmulo de noticias nefastas que nos harán pensar que estamso al borde de la autoextinción. Así necesitamos aislarnos de este mal rollo general y tenemos hambre de buenas noticias.
Anunciar la Buena Noticia ignifica ser testigos del Reino con nuestra vida. Así como los discípulos fueron enviados a curar enfermos y liberar a los oprimidos, nosotros también estamos llamados a llevar sanación y libertad a los demás.
¿Cómo podría ser hoy portador de buena noticia? Se trata de aprender a mirar el lado bueno de la vida, a mirar con otra profundidad la realidad de tal manera que lo negativo no oscurezca ni nuestra mirada ni nuestro corazón. Feliz miércoles.
El que tengamos que estar informados no quiere decir que debamos estar inundados.