17 de febrero, Domingo de la VI semana del tiempo ordinario
En un mundo en el que se nos inculca miedo e incertidumbre para que estemos paralizados, se nos arrebata la alegría de la vida. Es esa alegría que es capaz de mirar la realidad con esperanza para ir caminado por ella.
Las maldiciones y las bienaventuranzas de Lucas nos muestra las dos caras de la moneda. Están los bienaventurados en un lado y los otros en el otro. Nos toca discernir en qué modo nuestra vida puede ser cada vez más del lado de las bienaventuranzas para que neustra alegría cada vez sea mayor.
Hoy domingo podríamos festejar la vida. Mirar el lado bienaventurado de la misma vida y así comprometernos con ella y con la vida de los que nos rodean. Celebrar las bienaventuranzas en su paso a vivir con alegría. Feliz domingo.
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