3 de noviembre, Lunes de la XXXI semana del tiempo ordinario
Vivimos rodeados de pantallas que filtran nuestras relaciones y nos encierran en burbujas digitales donde solo escuchamos lo que confirma nuestras ideas. También en la vida cotidiana elegimos con quién compartir el tiempo, buscando afinidad y comodidad.
El Evangelio nos invita a romper esa lógica y a vivir la gratuidad. Jesús habla de invitar a quienes no pueden devolver el favor, de dar sin esperar respuesta. La gratuidad abre espacios nuevos donde la vida no se mide por el beneficio, sino por la capacidad de acoger y de ofrecer sin cálculo.
Podríamos intentar salir de nuestras burbujas, digitales y vitales, para encontrarnos con quienes no suelen aparecer en nuestros algoritmos. Darnos tiempo sin recompensa, escuchar sin necesidad de acuerdo, compartir sin buscar aplauso. Feliz lunes.
