13 de octubre, Viernes XXVII, tiempo ordinario
Solemos tener tentaciones heroicas de afrontar cosas de la vida solos, como si la carga del asunto sólo fuera nuestra. La vida se empeña constantemente en decirnos que solos no podemos, que necesitamos siempre de otros porque somos lo que somos gracias a otros.
La vida evangélica es aquella que se vive con Jesús y no sólo lo de Jesús. Él hace inicia el acercamiento en calidad de «Dios con nosotros» a modo de invitación, pero el asunto también está en la respuesta que damos a esa invitación. El cristiano es aquel que se vive desde y con Jesús.
Párate un momento y mira a tu alrededor. Encontrarás personas que están contigo, aunque los sientas de manera distinta y aunque nadie sea perfecto. Es la ocasión de agradecr nuestras fragilidades que nos unen a los demás. Feliz viernes.