19 de agosto, martes de la XX semana del tiempo ordinario
Vivimos rodeados de mensajes que nos empujan a tener más, a competir y a destacar por encima de los demás para ser un tipo de «primeros». Sin embargo, no siempre lo que brilla es lo que más nos hace crecer.
El texto nos recuerda que lo verdaderamente valioso no se compra ni se acumula, sino que se recibe como un don. La paradoja de “los primeros serán últimos y los últimos primeros” rompe nuestra lógica de poder y mérito.
Hoy podríamos mirar nuestras prioridades y preguntarnos qué lugar ocupa lo que de verdad importa en nuestra vida. Tratemos de caminar más ligeros, confiando en que lo mejor está en lo compartido y en lo que nos hace crecer juntos. Feliz martes.
