7 de noviembre. Jueves de la XXXI semana del tiempo ordinario
Toda la vida estamos batallando contra unas cosas y otras. El asunto es si las guerras de nuestra vida son guerras que merezcan la pena y si la merecen necesitemos proyectar medios como torres.
La invitación de Jesús es paradójica: solo en la renuncia encontramos la verdadera libertad, solo en la entrega total hallamos la plenitud de la vida. Se trata de vivir desde una perspectiva nueva, con Dios como centro y fundamento de todo lo demás.
Necesitamos saber en qué guerras vitales estamos inmersos, aquellas que nosotros buscamos o aquellas en las que otros nos han metido. Y para ello necesitamos discernir, necesitamos dedicar tiempo a reconocer lo auténticamente importante en nuestra vida. Feliz jueves.