24 de mayo. Viernes VII semana del tiempo ordinario.
El individualismo nos lleva a una dureza de corazón casi inhumana. Con la frase o es anda persona, son sólo negocios, podemos representar muchos de los desastres que nos rodean y con esa frase también los justificamos.
Los fariseos, buscando poner a prueba a Jesús, le preguntan sobre la permisividad del divorcio. Jesús, en su respuesta, no solo cuestiona la ley de Moisés, sino que nos invita a volver a la esencia del matrimonio que es el amor.
Ezequiel nos recuerda que Dios nos quitará el corazón de piedra y nos dará uno de carne. Parece que en nuestra vida necesitamos más de Dios y necesitamos menos de «sólo» negocios. Feliz viernes.