18 de abril, Martes II de Pascua
Un término que se ha puesto de moda es «random», que significa azar pero con eso se significan muchas cosas de la vida. Hasta tal punto que puede parecer que lo que nos pasa en la vida parece más «random», azaroso que otra cosa.
Jesús explica y nos presenta al Espíritu a través del viento, que no sabemos ni de dónde viene. Es por el Espíritu como modulamos la experiencia de fe y es por ello que las mediaciones se convertirán en fundamentales para que podamos creer en Jesús.
Podemos pensar en nuestra vida random. Esa vida que parece que es llevada, que no es decidida ni pensada y que a veces aprece como un juego de gymkanas en la que nos vemos metidos. Se trata de ver cómo podemos convertirnos en sujetos libres frente a sujetos pacientes. Feliz martes.