9 de marzo Jueves III de Cuaresma
Frente al culto a la imagen y el exceso de autosuficiencia que se ve en la conversación pública destaca la importancia de la actitud del corazón sincero y la coherencia. El influencer se jacta de sus acciones, mientras que muchas personas vicen en la humilde verdad.
El fariseo cae en la trampa de la autosuficiencia, creyendo que sus obras lo justifican ante Dios, lo que lo aleja tanto de Dios como de los demás. En contraste, el publicano, consciente de sus pecados, adopta una actitud humilde que agrada a Dios. La enseñanza clave es que un corazón contrito es más valioso para Dios que el cumplimiento externo de la ley.
Esta parábola es relevante hoy, recordándonos evitar la autosatisfacción y el juicio hacia otros. En un mundo lleno de comparación, nos invita a reflexionar sobre nuestra verdadera relación con Dios y los demás. Feliz sábado.